Muchas veces me han preguntado si soy yo quien contesta en forma personal los mails que recibo de nuestros clientes. Mi respuesta es siempre la misma: "Si, efectivamente soy yo quien respondo. Es una forma muy directa y valiosa de conocerlos a ellos y a sus necesidades".
A propósito de las consultas, días atrás un inversor pionero (de los primeros en nuestra compañía) me preguntó por la nueva clasificación de clientes (de la A a la E) en lugar de la originaria A, B y C como también por los nuevos plazos de hasta 48 meses.
Su consulta fue muy simple: me preguntó si la incorporación de los clientes clasificados como D y E hacía al sistema más riesgoso que la clasificación anterior A, B y C. Mi respuesta fue: "No, en absoluto. Al contrario, son más rentables". Le expliqué que siempre monitoreamos las tasas de los créditos y el riesgo asociado de los que solicitan y que los clientes D y E no eran mas riesgosos y que el retorno es más alto.
Usamos, desde el inicio de nuestras operaciones, el mismo rango de score Veraz/Equifax con base en 640 puntos y evaluamos tipo de actividad, estabilidad laboral, ingresos, antigüedad, historial de pagos, obligaciones financieras, cantidad de consultas a entidades financieras y no financieras, si posee propiedades y/o vehículos entre otras variables. El cambio respondió a granular el segmento de clientes más popular - el C - en 3 categorías: C, D y E, para que los inversores puedan elegir y distribuir mejor sus fondos con retornos mas justos.
Luego, me consultó acerca de invertir hasta en 48 meses. Le recordé que la funcionalidad de "Intercambio" permite anticipar el retiro parcial o total de los fondos luego de 6 meses de inversión vendiendo en una subasta directa sus participaciones de crédito a otros inversores del Fideicomiso. Incluso tiene la opción de hacerlo a través de una subasta inmediata pasado ese período, si lo que necesitaba era contar con liquidez en el muy corto plazo.
Finalmente, le recomendé actualizar las variables de su sistema automático Afluenta PLANIFICO, para sumar los nuevos segmentos y plazos de inversión, como también re-invertir el 100% de sus retornos para incrementar su capital y así ahorrar tiempo y obtener un mejor rendimiento.
Nos enriquecemos en la colaboración de nuestros clientes, por lo que espero que esta conversación sea valiosa también para vos.
Palabras clave:
Inversores Clasificación Evaluación Plazos Retornos Riesgo
El financiamiento colectivo (del inglés “crowdfunding”), que conecta directamente a los solicitantes de créditos con inversores que poseen la capacidad para financiarlos, está escribiendo un innovador párrafo en la historia de las finanzas alrededor del mundo. Los productos que solíamos adquirir de los bancos están cambiando por primera vez en siglos y aún no alcanzamos a evaluar las consecuencias de tal impacto.
Esta tendencia mundial es ya imparable sencillamente porque está en manos de las personas, de millones de personas y no de las organizaciones. Veremos, por tanto, mutar las formas y estilos de esos productos tanto así como los actores que los proveen. Lo único seguro es que esta tendencia ya no tiene hay vuelta atrás, no es una moda pasajera.
Inicialmente, los bancos reaccionaron subestimando al financiamiento colectivo como la industria discográfica subestimo la incorporación de la tecnología del “mp3” en los 90. Pensaron que ninguna organización pequeña podría hacer ni mejor ni de forma más económica lo que ellos hacían y que la adopción de estos servicios no sucedería de manera veloz.
Esta tendencia además se potencia por la influencia que la “generación del milenio”, aquellos nacidos a partir del año 1981, está comenzando a tener en nuestra economía. Estos jóvenes ya disponen de ingresos para tomar sus propias decisiones en materia financiera, y al ser más colaborativos que sus antecesores están permitiendo el desarrollo de negocios apoyados en la llamada “economía del compartir”. Estos negocios, apalancados en el uso de la tecnología y las redes sociales, comienzan a utilizar el “compartir” como un elemento estratégico donde el apoyo de la gente a estas propuestas es inversamente proporcional a la aceptación social de los bancos en nuestra sociedad.
En Argentina y en Latinoamérica, Afluenta es el primer caso de éxito de este modelo de finanzas colaborativas pero las finanzas sin bancos ya es una realidad en más de 50 países alrededor del mundo. En los próximos 6 meses veremos ofertas públicas de al menos 4 compañías y se calcula que para el 2025 el mercado del financiamiento colectivo alcanzará la escalofriante marca de US$ 1 trillón de dólares en el mundo haciéndole perder a los bancos una participación de mercado del 25% (para los pesimistas) y del 50% (para los optimistas) de los préstamos a personas y a PyMEs en los EEUU y el Reino Unido.
La gente se siente empoderada, las redes sociales le han dado una voz y han tomado en sus manos la resolución de un reclamo histórico desatendido por los bancos: quieren préstamos más convenientes y rendimientos más justos por su dinero. Como los bancos no lo han brindado entonces decidieron que podían resolverlo entre ellos. Y lo están haciendo muy bien.
Esta columna apareció originalmente en la edición 42 de la Revista Bank.
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La confianza de inversores y solicitantes sigue sumando logros a este nuevo sistema de préstamos entre personas.
Hemos superado los $ 2.000.000 en fondos administrados para ser invertidos en créditos para personas. Más de 200 inversores confiaron en Afluenta para hacer rendir su dinero y en los proyectos de personas que se subastan.
Ya se han cerrado 107 créditos, lo que significa que 107 proyectos de solicitantes y sus familias pudieron ser concretados.
En 15 segundos en promedio, respondemos a los solicitantes si están en condiciones de ser financiados por otras personas y contestamos inmediatamente el 80% de las solicitudes finalizadas. Gracias a la tecnología Afluenta cambió el crédito.
Tenemos 21 solicitudes en subasta de forma simultánea, más de 40 esperan la documentación para publicarse y ya superamos los 10.000 miembros de la Comunidad.
Sin dudas estos datos demuestran que las personas estaban buscando una alternativa a los bancos y Afluenta ha llegado para hacerlo realidad.
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En épocas económicamente complicadas, cuando los gastos son muy grandes y el dinero no sobra, ahorrar puede sonarte imposible y hasta podés pensar que carece de sentido. Sin embargo, los expertos dicen que hay que crearse este hábito, bajo cualquier circunstancia, y ahorrar, ahorrar y ahorrar.
No se trata de los ingresos que tengas. Muchos o pocos, la clave está en destinar un porcentaje (ya sea muy pequeño o el mayor que puedas) a un fondo para guardar. Aunque no lo aparente, cada peso cuenta. Como dijimos, el ahorro es un hábito que se debe adquirir y poner en práctica. Cada vez que percibas un monto de dinero, entre el 5% y el 10% tenés que asignarlo al ahorro.
Pero, ¿sirve ahorrar? Y, ¿para qué debés ahorrar? ¡Por supuesto que sirve ahorrar! Cada uno tendrá un propósito diferente, pero es importante determinarlo. Es válido el ahorro para adquirir bienes y hacer cosas, tanto como para aumentar tus riquezas.
Hay gente que ahorra para comprarse la casa o el auto, otros lo hacen para pagar sus estudios, tomarse vacaciones o viajar. Y hay quienes quieren cumplir el refrán que dice que “el ahorro es la base de la fortuna”. Ahorrar es invertir en vos mismo y en tu familia, en tu estabilidad financiera, en tu futuro.
Tenés el hábito y el objetivo. Es hora de fijar una meta. Establecé una suma de dinero realista que puedas alcanzar en determinado tiempo. Si creés que no es posible, reducí gastos, conseguí ingresos extra: son sacrificios que más adelante tendrán su recompensa.
Pero aquí no termina todo, podría decirse que recién comienza. Es hora de poner tus ahorros a trabajar. Los especialistas afirman que la inversión planificada puede hacer crecer tu dinero.
¿Cómo y dónde invertir los ahorros? La rentabilidad de los bancos es de dudosa efectividad.
Quizás sea tiempo de buscar otras opciones. En la actualidad, están surgiendo nuevas alternativas para ahorrar e invertir, como Afluenta, la primera red de finanzas colaborativas. Esta innovadora manera de invertir en créditos para otras personas se apoya en la tecnología y posibilita la colaboración entre sus participantes, obteniendo todos importantes beneficios.
Afluenta facilita las transacciones entre las personas, permitiendo que varios inversores financien a un solicitante y que una misma persona invierta en créditos para muchas otras. Así, los solicitantes no dependen de un solo inversor y mejoran las condiciones de su solicitud de crédito, mientras que los inversores evalúan en quien invertir y diversifican su dinero en múltiples solicitantes para obtener retornos más convenientes. Se genera, de este modo, una modalidad donde todos ganan.
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