Bienvenidos a Afluenta
En Septiembre de 2008 una amiga pensó que el libro “El Alma de Dinero” de Lynn Twist podía ayudarme a renovar mi vocación emprendedora. No eran tiempos fáciles, la crisis financiera sacudía al mundo. El libro relata la experiencia de una recaudadora profesional de fondos que reorientó su vida ayudando a que organizaciones sin fines de lucro obtuvieran el dinero necesario para implementar obras que de otro modo serían imposibles. En esa tarea, Twist, estuvo en contacto con personas muy pobres y familias muy ricas de todo el mundo y acuñó un concepto polémico: “el dinero tiene el alma de aquel que lo posee”.
¿El dinero tiene alma? Capitalismo y Comunismo se disputan desde hace décadas su mejor uso. Muchos matan y mueren por él y esta mujer dice que tiene alma. Parece irracional pero el dinero es al fin y al cabo la más humana de las invenciones. Quizás no estaba errada. Me di cuenta que el dinero es como el agua. Si fluye mantiene sus propiedades: hidrata, transporta minerales esenciales y genera vida; pero si se acumula solo por el hecho de acumular, pierde el oxigeno, los minerales se desvanecen y no genera vida. Simplemente se pudre. Así entendido, los poseedores avaros de dinero serían como recipientes de agua estancada mientras que los filántropos generosos representarían el agua más enriquecedora.
Una nueva visión es posible donde el fluir del dinero facilite prosperidad para todos. El dinero puede volver a fluir entre las personas como en la antigüedad, sin intermediarios. La gente puede volver a prestarse y la tecnología puede ayudar. El que tiene dinero puede apoyar las iniciativas de aquellos que lo necesitan a cambio de una retribución justa y transparente que dignifique el intercambio y que además sea económicamente superador a lo que hacen los bancos.
Fluir es Afluenta, nace el crédito humano.